Caléndula, ideal para proteger tu piel.
24 abril, 2023En el sistema unani de la medicina, el comino negro (Nigella sativa) es considerado como un valioso remedio para varias enfermedades. En un escrito islámico, un hadiz narrado por Abu Hurairah dice “Escuché el Apóstol de Alá decir: ‘La sanidad en la semilla negra es para todas las enfermedades excepto la muerte'”
Los romanos utilizaban las semillas como sustituto de la pimienta, en Alemania se utiliza para condimentar panes y tortas.
El comino negro también es conocido como el aceite de los Faraones ya que se encontraron semillas de comino negro en la tumba de Tutankamón para que sus propiedades le acompañaran en la otra vida. Igualmente, al parecer Cleopatra y Nefertiti utilizaban el aceite de comino negro para sus cuidados de belleza.
Hipócrates incluyó el comino negro entre sus preparados medicinales, y Plinio cuenta en su Historia Natural que además de sazonar el pan y distintos platos se utilizaba en casos de problemas respiratorios, cefaleas y catarros.
El comino negro es originario de Asia occidental (Iraq, Turquía), y a veces naturalizada desde el Mediterráneo hasta Asia central y Pakistán.
Hoy en día la Medicina Ayurvédica utiliza el comino negro como estimulante digestivo, carminativo, diurético, emenagogo, para enjuagues bucales, y en afecciones dermatológicas.
Gracias a su aporte de nutrientes y compuestos activos, el comino negro es un gran aliado para nuestra salud, sobre todo cardiovascular y respiratoria.
Durante siglos se han valorado por sus aplicaciones medicinales, las cuales provienen de su alto contenido de omegas 3, 6, 7 y 9 (ácidos oleico, palmitoleico, linolénico y linoleico), aminoácidos (arginina, leucina), carbohidratos (glucosa, arabinosa), minerales (calcio, fosforo, hierro), esteroles (ß-sitosterol, avanesterol), tocoferoles (α, ß, ɣ), timoquinona, retinol (vitamina A) y carotenoides (ß-carotenos).
Los polifenoles (tales como la timoquinona) y los ácidos grasos modulan los procesos inflamatorios y las reacciones de oxidación, que se producen durante las reacciones inmunológicas, antioxidantes y activos antiinflamatorios, además con su riqueza en vitaminas y minerales, pueden ayudar a proteger el organismo contra varias enfermedades.
El comino negro ayuda a combatir el colesterol.
Los ácidos grasos insaturados y antioxidantes del comino negro pueden actuar de forma positiva sobre el colesterol. Su asimilación en el organismo ayuda a remover el lípido que se acumula en las arterias y, por lo tanto, contribuye a evitar la arteriosclerosis y los problemas de presión arterial alta, brinda un efecto cardioprotector, por lo que también se recomienda en casos de hipertensión.
Lo podemos utilizar en casos de problemas en las vías respiratorias.
Los aceites orgánicos que contiene el comino negro tienen propiedades antihistamínicas, expectorantes y antibióticas. Estas pueden ayudar a proteger la salud respiratoria ante el ataque de agentes infecciosos como los virus y bacterias. Ayuda a disminuir la congestión de las vías respiratorias y ayudar a controlar la producción excesiva de flemas, puede constituir un complemento para el tratamiento de trastornos respiratorios como el asma o la bronquitis.
El comino posee un efecto relajante y se ha empleado en la medicina tradicional como tratamiento alternativo contra los trastornos de sueño. Sus compuestos activos ayudan a controlar los síntomas de la ansiedad y el estrés y, a su vez, participan en la segregación de las hormonas que ayudan a regular los ciclos circadianos.
También ayuda a la cicatrización de la piel, sobre todo ante heridas y quemaduras superficiales. Esto por el efecto antiséptico ayudando a prevenir las infecciones en las zonas lesionadas, sus antioxidantes apoyan el proceso de regeneración celular; Estimula la producción de colágeno y ayuda a mantener una piel saludable.
Por su alta concentración de timoquinona, omega 3 y carotenos, las semillas de comino poseen un efecto antioxidante y anticancerígeno, y se utiliza como alimentos o suplemento complementario que nos ayudan a prevenir y tratar el cáncer.
Estos nutrientes esenciales ayudan a proteger las células contra los daños que les produce el estrés oxidativo y, además, contribuyen a remover las toxinas. Por ello, también puede sernos útil para disminuir el riesgo de sufrir algunos cánceres como el de pulmón o riñón; así como los de próstata, hígado, colon o piel.
“La salud y alegría se engendran mutua y naturalmente”
Joseph Addison